Las capillas abiertas fueron una solución arquitectónica ideada por los frailes mendicantes en el siglo XVI, como espacio para evangelizar a los indígenas, luego de la Conquista. Se dice que los frailes respetaron ciertas costumbres de los pueblos originarios de estos territorios, las cuales consistían en realizar los oficios religiosos al exterior y al pie de los templos, lo cual se considera una continuidad sincrética benéfica para los frailes.
Los capiteles y basamentos actualmente abandonados a un costado de esta capilla abierta, muestran la negligencia de los encargados de restaurar las arcadas del patio central del convento del templo, sustituyendo dichos elementos con analogías mal ejecutadas y desproporcionadas ¿Cuál será la intención? Aún así, la imagen del caos, evoca curiosidad, belleza y esperanza.
Capiteles y basamentos abandonados a un costado de la capilla abierta, Templo de Todos los Santos, Zempoala, Hidalgo. Foto de Olga Margarita Gutiérrez Trapero. 19/11/2016