El recorrido por la puna peruana, territorio inhóspito, implica enormes fatigas: la respiración se dificulta en los 5 mil metros sobre el nivel del mar, el aire es helado, los pastos son magros, el agua escasea: es un averno gélido, pero con nombres quechuas: Totsakota, Sicuani, Kenamari, Macusani.
En Los Andes, el primer enemigo es el viento, se zangolotea noche y día inflando las zampoñas de los ichus. Nada está prohibido cuando el viento quiere, pero nada es posible cuando el viento se enfurece… y baja aullando de las alturas… el viento trastorna a los cristianos en medio de la pampa, hasta dejarlos espantados igual que a las alpacas.
Foto, Ezequiel Maldonado